La Ley del sistema Concursal tiene como objetivo principal regular los procedimientos de insolvencia para empresas y particulares de manera justa, equitativa y ordenada. La ley Concursal persigue varios objetivos clave para promover la estabilidad económica y la equidad en la resolución de situaciones de insolvencia. Dentro de esos objetivos existen dos que son primordiales, como lo son: Satisfacer los créditos de los acreedores y Viabilizar empresas con posibilidades factibles.

Satisfacer los créditos de los acreedores

Este es el objetivo primordial del procedimiento concursal. La ley busca asegurar que los derechos de los acreedores sean respetados y que la distribución de los activos disponibles del deudor sea de manera ordenada y equitativa entre sus acreedores, en la medida de lo posible. Esto se puede lograr a través de diferentes mecanismos, como acuerdos extrajudiciales, planes de reestructuración o liquidación de la empresa.

Establece un orden de prelación para el pago de las deudas, garantizando que los acreedores reciban lo que les corresponde en la medida de lo posible.

Viabilizar empresas factibles

La Ley Concursal también busca fomentar la reestructuración y la continuidad de las empresas. Salvar empresas que se encuentran en dificultades financieras pero que tienen potencial para recuperarse. Para ello, se contemplan diferentes herramientas, como el concurso de acreedores con acuerdo preventivo o el concurso especial para microempresas.

La Ley Concursal busca encontrar un equilibrio entre los intereses de los acreedores, que buscan cobrar sus deudas, y los intereses del deudor, que busca evitar la liquidación de su empresa y reestructurar su deuda.

Además de estos dos objetivos principales, la Ley Concursal también promueve:

• La transparencia en el procedimiento concursal: La ley exige que toda la información sobre el procedimiento sea pública y esté disponible para todos los interesados.

  La ley establece normas claras y transparentes para el manejo de los procedimientos concursales, lo que contribuye a la seguridad jurídica. Esto incluye la regulación de las funciones y responsabilidades del administrador concursal, así como la supervisión judicial del proceso.

• La eficiencia del procedimiento: La ley busca que el procedimiento concursal sea lo más rápido y eficaz posible para minimizar los costes y perjuicios para todas las partes involucradas. Se establecen plazos y procedimientos claros para agilizar el proceso.

• La protección de los trabajadores: La ley contempla medidas para proteger los derechos de los trabajadores durante el procedimiento concursal, como el pago de salarios y la continuidad de la Seguridad Social.

• Segunda oportunidad: Para particulares y autónomos, la ley concursal incluye mecanismos que permiten una segunda oportunidad, es decir, la posibilidad de exonerar las deudas insatisfechas tras liquidar su patrimonio, bajo ciertas condiciones. Esto ayuda a las personas a salir de la situación de insolvencia y empezar de nuevo sin la carga de las deudas pasadas.
• Promoción de acuerdos extrajudiciales: La ley fomenta la utilización de mecanismos alternativos a la vía judicial, como los acuerdos extrajudiciales de pagos, que permiten a los deudores negociar directamente con sus acreedores para alcanzar soluciones consensuadas.

Ley Concursal es una herramienta compleja que busca proporcionar un marco legal integral y efectivo y su aplicación varía en función de las circunstancias específicas de cada caso. Si se encuentra en una situación de insolvencia, es recomendable que consulte con un abogado especializado para que le asesore sobre sus opciones.