Concurso de acreedores ¿Cuándo es necesario?
Un concurso de acreedores, también conocido como procedimiento concursal o declaración de quiebra, es necesario cuando una empresa no puede hacer frente a sus deudas de manera regular y se encuentra en una situación de insolvencia. Según la Ley Concursal , se considera que una entidad está en estado de insolvencia cuando no puede cumplir regularmente con sus obligaciones de pago.
A continuación, te enumeramos algunas de las situaciones en las que un concurso de acreedores puede ser necesario, es decir, solicitas un concurso de acreedores:
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Insolvencia actual: Si una empresa no puede pagar sus deudas a medida que vencen y sus activos no son suficientes para cubrir sus pasivos, se encuentra en una situación de insolvencia actual.
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Insolvencia inminente: Si es evidente que una empresa no podrá pagar sus deudas a corto plazo, también se puede solicitar un concurso de acreedores.
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Falta de liquidez: La falta de liquidez significa que una empresa no dispone de efectivo suficiente para cumplir con sus obligaciones de pago a corto plazo, incluso si a largo plazo podría tener activos suficientes para cubrir sus deudas.
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Suspensión de pagos: Cuando una empresa ha dejado de pagar a sus acreedores o ha incumplido reiteradamente sus obligaciones de pago, esto puede ser un signo claro de insolvencia y puede dar lugar a la solicitud de un concurso de acreedores.
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Incapacidad para llegar a acuerdos de refinanciación: Si una entidad ha intentado sin éxito llegar a acuerdos de refinanciación con sus acreedores para reestructurar sus deudas y no ha tenido éxito, esto puede llevar a la necesidad de un concurso de acreedores.
Es importante destacar que, existe una obligación legal de solicitar un concurso de acreedores en un plazo de dos meses desde que el deudor conozca o debiera conocer su estado de insolvencia. No cumplir con esta obligación puede tener implicaciones legales para los administradores de la empresa.
El procedimiento concursal es supervisado por los Juzgados de lo Mercantil y tiene como objetivo buscar una solución ordenada para el pago de las deudas y, en última instancia, la liquidación de los activos si no es posible la recuperación financiera de la entidad insolvente. Si tienes dudas específicas sobre situación de tu empresa, es recomendable consultar a un abogado o un asesor financiero con experiencia en derecho concursal.